Cinismo.

La Real Academia de la Lengua Española lo define como:

1. m. Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.
2. m. Impudencia, obscenidad descarada.

Para definir a ciertos políticos mexicanos a mi me gusta más la segunda.
De acuerdo a una nota publicada esta tarde en la página de Internet del periódico Reforma algunos senadores como Beltrones, Monreal y otros destacados perredistas no están de acuerdo con la manera que el Gobierno Federal ha manejado la crisis de la influenza.
Carajo. No puede ser.
Es una "obscenidad descarada" el querer tomar una situación tan delicada como ésta para hacer una zancadilla política. Acuérdense que estamos en año electoral.
Por fin tenemos al Gobierno Federal y del DF colaborando intensamente, un trabajo que han aplaudido autoridades de otros países y de la OMS. Pero eso no les basta a esta bola de animales.
Lo único que les interesa es hacer ruido. Porque lo que hacen no es otra cosa. No ayudan en nada, no proponen nada, sólo hacen ruido.
Hace falta gente que se una a la lucha, sin importar de quién y qué partido pertenezcan aquellos que ya están luchando. Que se pongan a trabajar. Y que dejen de ser gente que sólo se dedica a apuntar el dedito cómodamente aposentados en sus curules.
Es el colmo.
Senadores, diputados y integrantes ilustres de la clase política mexicana: Nos importan madres sus elecciones y sus problemas, grilla, en este momento. Lo único que queremos es que la gente esté sana, que paren los contagios y las complicaciones y que el País regrese a su ritmo normal. Nos conviene a todos. A nosotros. Y a ustedes.
Pónganse a trabajar y dejen las trampas políticas chafas y sucias para cuando no haya gente sufriendo en este País. Que para términos prácticos es nunca.